sábado, 19 de diciembre de 2009

¡Ya no se ponen careta!

Es increíble que manera tan descarada tienen de atacar a Burgos. Ya ni siquiera se ponen caretas ni intentan disimular sus malas intenciones.
Todos sabemos que se han propuesto resquebrajar el Servicio de Oncología del hospital burgalés. Hace siete meses, se nos apaciguó diciéndonos que nada de eso pasaría y que todo seguiría igual. Incluso osaron decir que sería mejor. Poco tiempo les ha faltado para desenmascararse y mostrar sus verdaderas intenciones.
Pero no les va a salir gratis este nuevo intento de robo, mangoneo o chapuza centralista y totalitaria. Ayer fuimos muchos, repito, muchos los que, a pesar del frío, salimos a decir “no”. Y el cabreo flotaba en el ambiente.
Se escucharon gritos contra el seudo-burgalés Herrera (no si se podrá pasear tranquilo por las calles de Burgos), contra los políticos locales (siempre tan callados ellos) y contra la prensa local (hoy ningún periódico hace autocrítica).
Parece ser que otro señor de Valladolid, el tal Guisasola, no se quiere bajar del burro y sigue con su intención de mantener abierto el Servicio Oncológico de Pucela. Si, ese que hace siete meses se prometió no poner en marcha nunca.
En fin, creo que esto no ha hecho más que comenzar porque otro asunto que nos pica, y mucho, ha vuelto a saltar a la actualidad.
Resulta que en esta triste Concentración Parcelaria, los proyectos se retrasan por los siglos de los siglos. Bueno, todos no. Aquello que interesa a Robadolid se acelera hasta el máximo. ¡Vaya si se acelera!
Resulta que caja de Burgos se plantea fusionarse virtualmente con otras entidades de fuera de CyL y eso a la Juntadolid no le ha gustado nada. Tienen tal cabreo que se han sacado de la manga una ley en menos de 24 horas para impedir que cualquier entidad financiera de esta mal llamada comunidad se fusione con otras de fuera.
Hay que ser perros para hacer lo que hacen. Para unas cosas no hay prisa (el parque tecnológico de Burgos, por ejemplo) y para otras pierden el culo.
Y es que ya ni siquiera lo disimulan. Odian a Burgos y seguirán haciendo todo el mal que puedan con tal de callarnos la boca y tenernos sumisos y controlados.
Pues me da a mí que eso no va a ser así y que muchas cosas van a tener que cambiar.
Al tiempo.