¡Menudo bofetón!

El tiempo, poco a poco, va poniendo a todos en su sitio. Y el tiempo sigue pasando y colocando las piezas de este gran puzzle. A nosotros también.
Menuda bofetada han recibido algunos miembros de esta seudo-comunidad que algunos llaman CyL. Y lo mejor es que la bofetada les ha llegado desde Burgos, un hueso que, parece ser, les está resultando un hueso duro de roer.
Caja de Burgos ha decidido unánimemente no participar en ese nuevo intento de “hacer comunidad” esta vez desde el plano económico. Si, porque para muchos de Robadolid era muy apetitoso poner en común el dinero de unos pocos y, todo sea dicho, manejarlo desde allí por ellos y para ellos.
Burgos en esta ocasión, y ya van varias bofetadas en otros aspectos, se ha desmarcado no cediendo a las presiones que se ejercen desde el centro de esta concentración parcelaria y que dirige (parece mentira) un burgalés. Aunque de burgalés, permítanme que les diga, le queda muy poco. Se ha pasado al bando de los modernos, de los cosmopolitas, de los que dejaron de ser paletos hace mucho tiempo (al menos así se consideran).
Caja de Burgos, al igual que decidiera Caja Círculo, se queda en Burgos trabajando para los burgaleses que, en resumidas cuentas, son los que depositan allí sus ahorros.
Aunque el tema no termina ahí. El seudo-burgalés Herrera, enfadado con esta decisión, ha dicho que no tardaremos en notar las consecuencias. Pero ha de saber que en esta provincia (que ya debería ser región) contamos con dos entidades fuertes y solventes y que no necesitamos a nadie de Pucela que nos dicte las normas. Además, si algún día necesitasen fusionarse, hay otras entidades financieras en las Comunidades limítrofes que, a buen seguro, resultarán mucho más beneficiosas que las de CyL.
Me alegro de este nuevo bofetón al neo-centralismo y espero que no sea el último.