viernes, 20 de marzo de 2009

Soñar es gratis

Dicen que hoy comienza la primavera. Yo me alegro en parte porque con mi alergia al polen no la tengo mucho que agradecer. Bueno si, esas setas que esta estación me proporciona.
Leo atónito en un periódico digital que un grupo de profesores de la Universidad de Burgos (UBU) va a presentar un proyecto de metro para Burgos.
JA! (perdón). Si, si. Ustedes han leído bien. Un nuevo medio de transporte, llamado MetroBur, para terminar, de una vez por todas, con los graves problemas de comunicación de la ciudad.
Si hoy fuera 28 de diciembre seguro que habrían conseguido sonsacarme una sonrisa pero, como no es así, lo que me han dejado es bastante preocupado.
Pero si en esta ciudad los políticos de turno se ven mal para establecer unas líneas de autobús que recorran toda la ciudad, o habilitar la ruta para unir el centro de la ciudad con esa estación de trenes que nos colocaron bien lejos, dónde ya se habla euskera, ya me dirán que van a hacer cuando tengan este nuevo proyecto entre manos.
Pero si en esta ciudad prefirieron desviar las vías del ferrocarril unos metros por no soterrarlas, si las grandes obras públicas duran una eternidad, si la mayor parte de los proyectos (los buenos) no se hacen por falta de presupuesto o de ganas, ya me dirán que va a pasar con esta ¿inocentada?
¿Se imaginan en un futuro a alguien que quiera ir desde las Huelgas a la nueva estación del tren? Seguro que desde de su casa, junto al monasterio, bajará por unas escaleras mecánicas, recorrerá varios túneles hasta llegar al andén. Allí, con eco, escuchará una voz que anuncia: “el tren con destino a Capiscol está entrando en la estación”. Entre empujones (imaginemos que es hora punta) conseguirá acceder al vagón y, con mucha suerte, se sentará. Tras varias paradas se oirá de nuevo a esa voz diciendo: “próxima estación Capiscol. Correspondencia con líneas tres y cuatro.” Nuestro viajero (del futuro que estamos imaginando) se apeará de ese vagón para recorrer de nuevo varios túneles que le llevarán hasta la línea cuatro, esa que va hasta le estación de RENFE “Rosa de Lima”. Y todo este viaje en menos de diez minutos.
¡Ay! Menos mal que soñar es gratis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario