Una buena taza de te a media tarde entona el cuerpo y aclara la mente. Al menos yo es lo que siento en estos momentos.
¡Asombroso! Ahora resulta que uno de los tres pilares que sujetan el Estado se pone de huelga. ¡Los jueces en huelga! ¿Pero pueden? ¿Deben?
Desde mi humilde punto de vista creo que en este turbio asunto se pueden distinguir dos vertientes bien distintas. Luego será que una de las dos prime sobre la otra y, es ahí, dónde mi particular opinión se decantará de un lado o de otro.
En primer lugar hay que ver a los jueces como parte imprescindible de ese engranaje que gira y se mueve y, a su vez, hace moverse al Estado. De todos es sabido que el poder de dicho estamento se basa en tres pilares: el ejecutivo, el legislativo y el judicial (aquí entran en juego nuestros protagonistas). Los tres, independientes los unos de los otros, son fundamentales para que nuestra sociedad funcione (al menos por el momento y mientras nos sigamos rigiendo por esto que llaman democracia).
En segundo lugar tenemos que ver a los jueces como trabajadores. Si, como usted o como yo. Gente que cada día se levanta para ir a trabajar para poder pagar la hipoteca, comer o poder salir a cenar y tomarse unas copas con los amigos. Como trabajadores que tienen el derecho (repito, como usted o como yo) de pedir mejoras laborales o salariales.
Y es justo aquí, en esta doble visión del mundo judicial, dónde surge la dicotomía. Si los vemos como parte fundamental de los pilares del Estado, resulta difícil aceptar que se pongan en huelga. ¿Y si también van a la huelga los miembros del Gobierno con el presidente a la cabeza? ¿O los señores diputados? ¿O los senadores? Ellos también son trabajadores.
Yo, personalmente, creo que se les tiene que mirar, más que como los seres humanos que cada día van a trabajar, como esa parte fundamental de la maquinaria estatal. Están ahí, directa o indirectamente, elegidos por el pueblo para prestar un servicio al pueblo. Cobren más o cobren menos. Tengan más medios o tengan menos. Eso se soluciona, digo yo, hablando y dialogando. Dejar faltos de justicia a miles de ciudadanos es atentar contra la misma Constitución Española.
Así que si no están conformes con lo que hay, váyanse señores jueces a la empresa privada donde los sueldos son más competitivos.
miércoles, 18 de febrero de 2009
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Está bastante bien esto de abrir tu propio blog aunque yo sólo tengo el de la productora que estamos iniciando una amiga y yo con ayuda de más gente. Luego no sólo te dedicarás a escribir, sino a hacer el diseño más atractivo xDD.
ResponderEliminarEspero que te vaya genial con el blog, si quieres echar una ojeada al mío y te gusta como está hecho algo me preguntas y te explico como se hace www.coandcofilms.com
Un beso y cuídate!
Guada.